Todo esto es lo que uno siente cuando visita el Restaurante Club Allard. situado en un edificio modernista de la calle Ferraz, su chef Diego Guerrero es un artista, no solo por la calidad de su cocina, sino por la creatividad que transmite en cada plato, donde nada es lo que parece... o si?
El menú sorprende de principio a fin, un trufa que no es trufa (no desvelo el misterio por si alguien va), un mini babybell de camembert truffé... y mucho más
Estas son algunas de las delicias que nos sorprendieron a los postres:
Pecera
Seta
Buda
En resumen, la creatividad y el arte hacer pueden terner muchas caras, y esto eran verdaderas obras de arte, y yo pienso volver!!
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